Me gusta escribir en el blog, pero me gustaría más que algún editor me diese un poco de espacio en un periódico. Y que me pagase por ello.

martes, 29 de noviembre de 2011

Crónica electoral

Crónica publicada el día 29 de noviembre en Berria

Los egipcios acuden en masa a las urnas
Millones de egicpios salieron ayer a la calle de forma masiva para votar a sus representantes en el próximo parlamento en las primeras elecciones libres de su historia. A pesar de los incidentes de la semana pasada en la plaza cairota de Tahrir, la primera jornada electoral transcurrió en un ambiente de normalidad, aunque los ciudadanos tuvieron que soportar largas colas para acceder a los distintos colegios electorales. La semana pasada se decidió que los comicios durarían dos días y ayer mismo se alargó en dos horas la hora de cierre de las urnas para poder acoger a todos los ciudadanos, que votaban en diferentes colegios en función del sexo. Un total de nueve de las 27 provincias egipcias votan entre ayer y hoy, entre ellas El Cairo, Alejandría, Luxor y Port Said.

Fuentes del Instituto Carter, una de las tres instituciones norteamericanas autorizadas a monitorear las elecciones, indicaron que se registraron pequeños disturbios en el distrito cairota de Ain Shams por falta de papeletas, pero en general no hubo mayores incidentes. A la entrada de los colegios electorales, donde ejército y policía garantizaban la seguridad, decenas de voluntarios repartían panfletos con los rostros de algunos candidatos a los indecisos, cosa que planteaba dudas sobre su legalidad. En todos los colegios, militantes del partido Libertad y Justicia de los Hermanos Musulmanes, pero también de otros, 'aclaraban dudas' a sus conciudadanos.

Mohamad Gamal, de 22 años, repartía folletos de los candidatos del partido Islah u Tanmiya en la escuela Shubra el Funduqiya del populoso barrio de Shubra, en el norte de la capital. "No sé el programa del partido, pero sé que los candidatos son buena gente" decía Gamal, quien espera que las elecciones traigan "paz y libertad a su país". En la cola del mismo colegio, Eid Mahmud contaba que la gente allí congregada eran "los egipcios auténticos, y no los de Tahrir". Ahmad el Bindari, un contable de 47 años, le rebatía indignado: "La gente de Tahrir es la mejor del país, ¡el Conseo Militar debe caer!". Calmados los ánimos, el Bindari señalaba que las elecciones eran posibles gracias a los jóvenes del 25 de enero (fecha de inicio de la revolución) y remarcaba la diferencia de estos comicios con los anteriores: "Son las 12 y llevo haciendo cola desde las 9, en anteriores elecciones sólo había 15 o 20 personas en la fila. Además, antes el partido de Mubarak ganaba con el 99% de los votos y eso no va a volver a pasar". El barrio de Shubra estaba considerado un punto caliente en estas elecciones por acoger a un gran número de cristianos. Uno de ellos, Victor Fahrilias, ingeniero de 33 años, quitaba hierro al tema religioso señalando que la gente "no tiene problemas con eso". Fahrilias, con una amplia sonrisa en el rostro, resumía el sentimiento general de la gente, que "siente que participa con sus decisiones en su destino".

Para llegar al colegio El Jabiri, en el distrito de Maadi, hay que caminar por estrechas calles sin asfaltar entre modestos edificios de ladrillo rojo. Las pancartas del partido Libertad y Justicia de los Hermanos Musulmanes y de los salafistas del Nur superan allí en mucho a las de cualquier otro partido o candidato. Un profesor de medicina de la Universidad del Cairo de 50 años que evita decir su nombre, asegura que es de "tendencia islamista pero no de los hermanos". Perfectamente vestido, el profesor se muestra contento y cuenta que es la primera vez que acude a votar, "para construir las bases de un nuevo país". Un poco más allá en la cola, Adam el Alfi, músico de 26 años, espera pacientemente pese a que cree que "no es el momento adecuado porque la gente no sabe los programas de los partidos". Alfi rechaza cualquier felicitación por la importancia de la fecha señalando que "aún queda un largo camino por recorrer para hablar de democracia".

Activistas
La segunda ola revolucionaria de la semana pasada planteó entre los activistas la posibilidad de boicotear los comicios y así deslegitimizar los planes de la junta militar que gobierna Egipto. La bloguera Zeinobia hacía hincapié el domingo en su su espacio, Egyptian Chronicles, sobre esta posibilidad pero la rechazaba, puesto que "de un modo o de otro legitimizaran las elecciones" y, además, "muchos egipcios corrientes acudirán a votar". Zeinobia plantea que un boycot hubiera precisado de una campaña fuerte y larga, pero que no ha sido el caso.

Dina Abulseud fue ayer a votar. Dina, de 35 años, regenta un hotel en el centro del Cairo y después de la revolución decidió crear la Coalición de Mujeres Revolucionarias. Dina cree que "todo tiene que cambiar con respecto a la mujer: la manera de mirarla y de tratarla, pero tambien la manera en que ella se mira a sí misma. ¡Tenemos que dejar de creer que vivimos para servir a los hombres!", concluye. Dina lleva varios días recibiendo llamadas de gente que le pregunta a quién votar y asegura que los egipcios no están preparados. "Sólo sabemos que no queremos a islamistas ni gente del antiguo régimen, pero no sabemos ni los nombres de los candidatos porque no hay información", espeta. Finalmente, Abulseud se lamenta de la eliminación de la cuota femenina en el parlamento para estas elecciones (antes era de 64 de los más de 500 asientos) y afirma que "durante estos meses se ha dado un paso atrás" con respecto a la mujer, ya que en el gobierno provisional sólo había una "para hacer bonito".

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