...
Budy salió de Siria en enero de 2012. Es de Bab el Naser, un barrio de la ciudad vieja de Alepo que por aquel entonces aún no conocía la guerra (en Alepo comenzó en julio de 2012). Budy se fue a Libia para trabajar de cocinero, que es lo suyo, pero ya no pudo volver a casa.
Conocí a Budy la última noche que pasé en Trípoli, el 6 de diciembre, en el hotel en el que me hospedaba. Coincidimos en el ascensor casualmente y nos preguntamos de dónde éramos. Al decirme que era de Alepo, yo le dije que había estado allí. Le dije que había estado en su barrio ahora devastado por los combates. Y ahí lo dejamos. Él se fue al restaurante y yo a la recepción, único sitio del hotel con conexión a internet.
Al cabo de un rato Budy bajó, se sentó junto a mi y me empezó a hablar, un poco nervioso. Me dijo que estaba harto de Libia y de los libios, que no trataban bien a los sirios como él. Me dijo que en unos días iba a embarcar hacia Italia, que le daba igual todo, que prefería morir a seguir viviendo en Libia. Necesitaba desahogarse. Ya había pagado los 1000 dólares del viaje en barcaza hacia Lampedusa.
Le dije que no lo hiciera, que en diciembre el mar está muy mal. Miramos las previsiones meteorológicas para la semana siguiente, vimos que había una ventana de buen tiempo. Me quedé con mal cuerpo, le deseé suerte y le pedí que me enviara un mensaje por Facebook cuando pudiese.
Ese mensaje ha llegado esta mañana. Feliz Navidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario