No puedo más que escapar de Egipto para ir a la sufrida Franja de Gaza. Llevo horas enganchado al ordenador y al escribir estas líneas no doy crédito a su contenido. El video difundido por youtube del secuestro de Vittorio Arrigoni por un grupo de palestinos salafistas es cruel y me hace hervir la sangre. Busco el link en youtube para colgarlo pero han cancelado la cuenta.
Hacía mucho tiempo que no sentía una indignación tan grande. No entiendo lo que han hecho con Vik, un hombre con todas las letras al que conocí en 2002 en Jerusalén. Él no era como los demás. Estabamos en un entorno musulmán conservador, donde poco después iba yo a pasar seis meses. El llegó, saludó a todo el mundo con cariño y se sentó a charlar con una botella de zumo llena de vodka en la mano. Todo el mundo le quería.
Vittorio llevaba desde entonces luchando por la causa palestina y hace un par de años decidió que no podía más. Tenía un ideal y había que cumplirlo. Llegó a Gaza rompiendo el bloqueo que estrangula a la franja desde 2007 y decidió quedarse. No era como la mayoría, que llegan para estar semanas o unos pocos meses y se van. El vivía en Gaza y era uno de sus principales altavoces.
Su muro en Facebook es un mar de lágrimas. Palestina llora su muerte, Italia llora su muerte, el Mundo llora su muerte. Hoy hemos perdido un trozo de humanidad, pero como el siempre firmaba sus textos,
Restiamo Humani
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