Me gusta escribir en el blog, pero me gustaría más que algún editor me diese un poco de espacio en un periódico. Y que me pagase por ello.

lunes, 30 de mayo de 2011

La cuestión palestina

Para explicar los últimos acontecimientos ocurridos en lo referente a la cuestión palestina en Egipto, como la firma de la reconciliación Hamas-Fatah en El Cairo y la reapertura de la frontera con Gaza, conviene revisar la historia de las relaciones entre Egipto e Israel. Hay dos grandes etapas: la guerra y la paz...

Egipto e Israel en la guerra

En la guerra, las hostilidades comenzaron en 1948, tras la declaración de independencia israelí. Los egipcios, mayoritáriamente en escuadrones de voluntarios mal organizados, se lanzaron a la batalla para impedir la creación del estado sionista. Igual hicieron la mayoría de los países árabes de la zona, pero el poderío militar israelí obligó a todos ellos a firmar el armisticio. Egipto se quedaba con la Franja de Gaza, que administraría hasta 1967.

Después llegaron los Oficiales Libres al poder, en 1952. Nasser, con el sueño panarabista en mente, decidió nacionalizar el Canal de Suez, gesto interpretado por Israel, Francia y Gran Bretaña como casus belli. El acontecimiento no paso a mayores ya que se consideró una parte de la Guerra Fría y Estados Unidos presionó para una retirada, aunque Israel permaneció cinco meses en Egipto.

La que sí que tuvo consecuencias fue la de 1967, la Guerra de los Seis Días. Ante los rumores de una intervención militar árabe, instigada por Nasser una vez más, Israel se paseó por Egipto, Siria y Cisjordania para ocupar distintos territorios, entre ellos la Franja de Gaza y la totalidad de la península egipcia del Sinaí.

Muerto Nasser, con Sadat en el trono egipcio, éste y Siria se coordinaron para recuperar sus territorios en una ofensiva que empezó el día de la festividad judía del Yom Kippur del año 1973.Paradójicamente, en Egipto esta guerra se recuerda como una victoria y sus comandantes, entre los que se encuentra Mubarak, son vistos como héroes. Si bien es cierto que el ataque cogió a los israelíes por sorpresa y los atacantes ganaron territorios en un principio, no lo es menos que Israel los recuperó en poco tiempo e incluso se acercó peligrosamente a Damasco y El Cairo, sobrepasando las líneas de armisticio anteriores.

Todas estas contiendas militares no se entienden sin mirar, a escala global, al tablero mundial. Los oficiales libres de Nasser y su 'socialismo' árabe se alinearon con la Unión Soviética meintras que Israel lo hizo con los Estados Unidos. Sadat, no obstante, se ayudó de su 'victoria' para ganar peso político y poder llevar a cabo su idea primogénita: preocuparse de Egipto y buscar una paz aceptable con Israel que conyevase el retorno del Sinaí. Acababa la eterna guerra, empezaba a gestarse la paz.

Egipto e Israel en la paz

Anwar el Sadat entendió después de la derrota del 73 que no podía recuperar el Sinaí mediante la guerra con Israel, así que debía conseguirlo a través de la paz. A su vez, los israelís se vieron sorprendidos por la capacidad militar egipcia durante la contienda y aceptaron negociar con un rival potencialmente peligroso. Distintos acercamientos y años de negociación, simbolizados en la visita de Sadat a Tel Aviv en 1977, llevaron a la firma de los acuerdos de paz en 1979.

Egipto e Israel se reconocieron mutuamente, Israel se retiró totalmente del Sinaí y Egipto aceptó desmilitarizar la zona, aparte de garantizarse una buena suma de dólares cada año en ayuda directa de los Estados Unidos. La cosa no fue gratis para Egipto, pues la Liga Árabe, históricamente basada en El Cairo, entendió que se estaba vendiendo a los palestinos y se trasladó a Túnez.

Posiblemente la paz costó la vida a Sadat, asesinado durante un desfile militar dos años después. Mubarak, a su vera durante el desfile, se salvó 'milagrosamente' y gobernó desde entonces con puño de hierro a los egipcios. Su postura fue descarada: asegurarse el apoyo de los Estados Unidos obedeciendo a Israel y utilizar los dólares que llegaban para disfrute personal. En cualquier caso los Estados Unidos no estaban preocupados por los egipcios de la calle y a Israel no le interesaban lo más mínimo. Además siempre ha gustado en Tel Aviv poder decir que son la única democracia de la región.

Una de las obligaciones de Israel fue acatada ciegamente por Mubarak: encerrar a los 'palestinos de Hamas' en Gaza. El dictador tenía la senzilla excusa de que Hamas es lo mismo que los Hermanos Musulmanes, sus grandes rivales políticos largamente acallados en Egipto. Además, aplacar a los 'fundamentalistas' islámicos en la era post 11-S hacía ganar enteros internacionalmente. Mubarak llegó a rozar el ridículo cuando alteró una foto en una de las falsas reuniones por la paz con americanos, israelís y palestinos (la foto real describe su importancia).

Eso ahora ya acabó. El gobierno provisional egipcio apenas se ha movido internacionalmente, pero si lo ha hecho es hacia una política palestina distinta. Ha buscado y encontrado la reconciliación interna, reabierto la frontera con Gaza y roto así el bloqueo, y ha anunciado una pronta revisión de los contratos de exportación de gas a Israel. Los acuerdos de paz no parecen peligrar, pero Egipto ha recuperado su importante rol en la región e Israel parece preocupado por dejar de ser la única democracia de Oriente Medio. Dijo Kissinger en cierto momento que en Oriente Medio "no hay paz sin Egipto ni guerra sin Siria". Veremos.

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