Ministro nuevo, vicios viejos

Desde que la revolución egipcia acabara con Mubarak allá por el 11 de febrero, el puesto de Ministro de Información (a saber sus funciones durante el régimen) había quedado vacante. Todo el mundo pensaba que la cosa continuaría así hasta la formación del gobierno popularmente elegido en las próximas elecciones, pero, el sábado, el Mariscal Tantawi, al mando del Consejo Superior de las Fuerzas Armadas, nombró a uno nuevo: Osama Heikal.

Heikal era, desde enero, el editor jefe del periódico del partido Wafd, un histórico supuestamente opositor al régimen. Antes fue durante 18 años redactor de asuntos del gobierno y del ejército en el mismo periódico, etapa durante la cual muchos le habían acusado de posicionarse a favor del régimen. No obstante, lo que más ha indignado a los egipcios es lo que escribió en un editorial del día 24 de enero, sólo un día antes de que la gente saliera masivamente a la calle:

"No creo que ningún egipcio devoto desee para este país el destino de Túnez (ya había triunfado allí la revolución). Nadie quiere un choque entre el pueblo y el régimen. Lo que debemos entender es que la gente quiere un cambio y que cuanto más tranquilos sean los cambios, mejor será para Egipto." También dijo que las manifestaciones de rabia suponian un duro golpe para los valores del país.

Este personaje es el nuevo Ministro de Información. ¿Dónde irá a parar la transición? No lo sabemos, pero en las últimas semanas los ánimos se están calentando y este tipo de nombramientos no ayuda a enfriarlos. Por lo pronto, Heikal ha dicho ya que trabajará para llevar a los egipcios "la verdad total, sin exageraciones ni exclusiones", y que todos los sectores "tendrán sitio" en los medios estatales.