Me gusta escribir en el blog, pero me gustaría más que algún editor me diese un poco de espacio en un periódico. Y que me pagase por ello.

miércoles, 13 de julio de 2011

Espías

El periodista Marc Font, establecido en Ramala pero que ahora está en El Cairo, vivió el otro día una situación embarazosa que evidencia la situación de tensión y paranoia que muchos viven estos días en Tahrir. Marc fue denunciado por uno de los jóvenes de la plaza, a quién previamente había entrevistado, con la excusa de trabajar sin estar acreditado. La razón de fondo era que el joven creía que Marc era un espía israelí, pués tenía un sello de el estado hebreo en su pasaporte. Pasó ocho horas en comisaría.(Esta es la historia explicada por su protagonista)

Hace un mes, un joven con doble nacionalidad americana e israelí fue detenido en un hotel de El Cairo bajo sospecha de colaborar con los servicios secretos hebreos. A Ilan Grapel, de 27 años, se le acusa de incitar a la confrontación sectaria en Egipto por sus actividades en la plaza Tahrir, donde al parecer acudía asiduamente alentando a los egipcios a enfrentarse a las fuerzas de seguridad. Grapel, además, explicaba abiertamente todas sus actividades en su cuenta de Facebook, con lo que no entra en el perfil del perfecto espía de la Guerra Fría.

Sea como fuere, la gente habla de ello y en la plaza se palpa una cierta desconfianza para con los extranjeros. Egipto ha sido siempre un país hospitalario, y lo sigue siendo, pero desde hace unos días rara es la ocasión en que los locales no le acaben mencionando a uno la historia del espía. Lo cierto es que el gobierno anterior historicamente acusaba a los espías de muchas de las protestas acaecidas en Egipto, siendo muchas de ellas inventadas a discreción.

La historia del joven Grapel, que muchos creen inverosímil, puede marcar un antes y un después en la situación de los extranjeros en el país, pues se comenta en foros de expatriados que el gobierno ha dejado de extender los visados de turismo, comunes entre estudiantes y trabajadores. ¿Será por el miedo a los espías o será que la presencia de foráneos resulta incomoda a las autoridades?

En el periódico egipcio Al Masry al Youm también se han hecho eco de la situación

* En la foto: Grapel en Tahrir con un cartel que llama estúpido a Obama

2 comentarios:

  1. Sergi, ayer estuve en Tahrir por primera vez desde que empezó esta segunda oleada revolucionaria. Noté un par de diferencias importantes con respecto a la de enero-febrero. En primer lugar la mercadotecnia se ha apoderado de la plaza y parece que se haya perdido la espontaneidad de los primeros días. Y la segunda es el tipo de gente que había por allí, sin duda muy diferente de la de enero. Va a sonar mal para los que no conozcan el país pero había muchísima gente de clase baja o muy baja. En enero no eran tantísimos como ahora, es más eran minoría entre los visitantes de la plaza.
    Por lo demás no noté hostilidad alguna y eso que siempre voy con una cámara bastante llamativa que hace que me confundan con periodista. Supongo que también ayuda el hecho de ser mujer, pero ya te digo que ni ayer ni incluso en los días "calientes" de enero noté desconfianza alguna dentro de la plaza. Otra cosa fue en los alrededores, pero dentro, al revés, ni una mala mirada.
    Lo que cuentas de Marc y las no renovaciones de visados lo enmarcaría en la campaña del miedo a la que está jugando la junta militar indirectamente. En mi opinión no habría que contribuir a ella ya que es la base de la supervivencia de esta gentuza que nada tiene que ver con el pueblo egipcio.
    Un saludo
    Julia

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  2. Julia, ira el artículo que oy ha aparecido en El Masry al youm: http://www.almasryalyoum.com/en/node/478280

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